Miles de personas reclaman recursos del cobre en las calles de Calama
Cerca de ocho mil personas
adhirieron a la marcha que esta mañana enfiló por el camino que lleva a
Chuquicamata en medio de la llegada de numerosos efectivos y vehículos
de Fuerzas Especiales venidos desde Antofagasta. Es que toda la
ciudadanía calameña se encuentra movilizada exigiendo una propuesta del
Gobierno que otorgue un porcentaje de las millonarias ganancias del
Cobre producido en la zona para el desarrollo de la ciudad, luego que el
Fondo de Desarrollo del Norte (Fondenor) propuesto desde el Ejecutivo fuera considerado “una limosna” por la Asamblea Ciudadana que coordina el movimiento.
La movilización de este miércoles
comenzó de madrugada con el bloqueo de los accesos a la ciudad. Cerca de
las tres de la madrugada, la ruta que conduce a Chuquicamata
fue cortada y los buses que trasladaban a los trabajadores debieron
acceder a la mina por vías alternativas. La mañana recibió una ciudad
paralizada, sin transporte público y con turnos éticos en los servicios
de mayor necesidad.
La Asamblea Ciudadana se originó en agosto de 2009 y sus exigencias han sido presentadas tanto al gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet, como a la actual administración de Sebastián Piñera.
Este es el tercer paro comunal que organiza; las dos anteriores se
realizaron el 29 de junio y 29 de agosto del 2012, logrando reunir a más
de diez mil personas.
“Estamos súper satisfechos por la
respuesta de los ciudadanos calameños, ya que marchar hacia Chuqui ida y
vuelta era todo un desafío y aún así logramos reunir a miles de
personas”, señala Norma Araya, concejala y miembro de
la Asamblea, quien recalca el aumento del contingente policial en la
ciudad y alerta sobre un número indeterminado de personas detenidas.
“Hoy Calama nuevamente se ha movilizado
por lo que considera justo, por su demanda de fondo: que un porcentaje
de las ganancias que genera el cobre quede en la ciudad. Esta es una
semilla por la descentralización, ya que hoy es el momento de las
regiones”, indicó el alcalde Esteban Velásquez.
El edil cuenta que cerca de ocho mil
personas marcharon desde Calama hacia el mineral, incluyendo familias,
jóvenes, estudiantes universitarios venidos desde Antofagasta, sindicatos, y transportistas.
Aunque reconocen que se han dado pasos importantes para entregar alguna mitigación a la comuna, por ejemplo, a través del “Plan de Desarrollo Sustentable”
(Calama Plus), “la propuesta del Gobierno aún es insuficiente, el
Fondenor está muy lejos de nuestras aspiraciones. En el papel sonaba
bien, pero las cifras son muy menores a lo que demandamos. Si el
Gobierno no nos va a dar nada, que lo diga, pero que no nos engañe”,
añade Velásquez.
“Nosotros pedimos que parte de las
riquezas queden acá, porque nosotros somos los que convivimos con la
contaminación que genera la minería, con la población flotante, así como
con los trenes y camiones de alto tonelaje que transportan el cobre y
pasan por la ciudad. Todo eso afecta nuestra calidad de vida. Los
calameños estamos unidos en ese sentimiento”, comenta Norma Araya.
Si bien el Fondenor contempla la entrega
de 225 millones de dólares a repartir entre 40 comunas mineras entre
los años 2013 y 2015, el economista Salvador Barrientos Muñoz
calcula que sólo a Calama le corresponden $ 230 millones 400 mil pesos,
lo que equivale a 20 viviendas sociales. Para el alcalde Velásquez debe
recuperarse la normativa que hasta 1976 daba el 5% de los recursos
producidos en su territorio a las comunas mineras.
La propuesta del Gobierno “es una
limosna y no es un fondo de desarrollo. Son 225 millones de dólares a
distribuirse entre 9 regiones mineras, entre más de 40 comunas y en 13
años. Sacas un promedio de 17 millones de dólares anuales para todas
estas comunas. El monto no significa cifra alguna de desarrollo para la
comuna de Calama. Aspiramos a cifras mayores en relación a lo que Calama
produce anualmente para el país”, afirma el edil.
En este sentido, una publicación del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica (difundido en el cuerpo de Economía y Negocios de El Mercurio),
cuestionó, entre otras cosas, la insuficiencia de los recursos para el
desarrollo de algunas comunas y la asignación de los montos en base a la
densidad poblacional.
“Hoy hubo algo nunca visto. Todos
estamos decididos a tomarnos las calles hasta que el Gobierno satisfaga
nuestras demandas”, dice la concejala Araya.
“Estamos cerrando un capítulo luego de
tres años de movilizaciones pacíficas. Ahora tomaremos otro camino,
porque Calama es una ciudad herida”, concluye el Alcalde.
Luego de la marcha, grupos dispersos de
calameños bloquearon la línea férrea que sirve al tren que trae cobre
desde el mineral. Eso provocó enfrentamientos con Carabineros y
detenidos. El paro contempla además la realización de asambleas en
distintos barrios durante la tarde y cacerolazos desde las 20 horas.
El Ciudadano
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